Estos productos son más ticos que el gallo pinto: saludan con un “¡pura vida!”, llevan un pañuelo típico en forma de bufanda y callejean por Chepe en pleno baldazo.
A veces caminan sobre los mosaicos antiguos de la Estación del Ferrocarril al Pacífico y la pasan tuanis en medio del “farafarachín” de una mascarada.
Ofrecer artículos de calidad, diferenciados y auténticos, es la apuesta que ingresa con fuerza en el mercado del diseño costarricense.
La consigna es simple: se trata de productos utilitarios diseñados por ticos, inspirados en lo más autóctono de nuestra Tiquicia, para ser consumidos por nacionales y extranjeros.
Varios diseñadores consultados por La Nación coinciden en que el objetivo es desviarse de la línea del souvenir tradicional –seriados, repetitivos y, generalmente, decorativos– para ofrecer artículos “con identidad”. La diseñadora Yara Mourelo opina que en un país tan diverso como Costa Rica es difícil hablar de una sola identidad.
“A mi criterio, la búsqueda de la identidad es mirar hacia adentro y conectar con nuestra esencia, con experiencias familiares, territoriales que permiten crear un producto único, con alma, fácilmente reconocible en cualquier parte”, declaró Mourelo, quien ha trabajado con artesanos tradicionales y colabora en Tienda eÑe , especializada en diseño nacional.
Para Mourelo, los artículos de diseño despuntan por dos rasgos: son significativos y funcionales. “Tienen que decir algo y servir para algo”, agregó.
Tiquicia de todos los días. Eugenie Murillo y Carlos Mena, diseñadores y propietarios de la marca Arteria, explicaron que la motivación para su línea de productos con costarriqueñismos fue precisamente la idea de “ver hacia adentro”.
“Nos preocupaba que en la publicidad, en los medios de comunicación e incluso en la jerga de los jóvenes, se usaban muchos extranjerismos. El detonante fue una vez que visitamos una zapatería en una fecha cercana al 15 de setiembre y en las ventanas decía ‘ sale patriótico’”, dijo Murillo.
La propuesta de Arteria fue diseñar camisetas, tazas y bolsos que rescatan palabras y expresiones populares entre la población costarricense. La línea se extendió con el tiempo y ahora es muy variada.
Mena declaró que sus artículos son como “una gran familia” y el interés está en rescatar el habla cotidiana de los ticos.
La diseñadora Bárbara Roverssi, directora de la marca 123Queso , buscó la identidad en el espacio público: edificios icónicos, expresiones coloquiales y comidas y música.
“Los nuestros son productos culturales que narran historias. Una de nuestras colecciones está inspirada en la arquitectura art decó de San José y en la experiencia que significa vivir en la ciudad”, declaró Roverssi.
Así, los edificios del Hospital Calderón Guardia, la botica Solera y la Estación del Ferrocarril al Pacífico pasaron de la calle a camisetas, cardigans y bolsos que rescatan en su diseño las líneas rectas, los semicírculos, los rectángulos y la simetría presentes en la arquitectura art decó .
Otro artículo es una bufanda inspirada en el diseño del pañuelo “típico”, que resultó no ser tan tico. “Estos pañuelos están decorados con una lágrima o patrón llamado paisley, inventado en Babilonia 2.200 años a. C. La tela con que los confeccionan ni siquiera la venden aquí; es importada. Entonces, nosotros modificamos el diseño para crear el paisley tico”, dijo Roverssi.
Productos como los monederos inspirados en los mosaicos del piso de la Estación al Pacífico llaman la atención sobre “detalles que forman parte del andar”, agregó la diseñadora.
La oferta de este grupo de creadores evita reproducir los íconos del souvenir tradicional, generalmente asociados más a las riquezas naturales de nuestra Costa Rica.
En vez de ranas de ojos saltones, tucanes, mariposas morpho , o el volcán Arenal en llamas, los diseños exploran asuntos más cercanos al día a día de los ticos.
La diseñadora gráfica Priscilla Aguirre y el director de arte Wálter Calienno fundaron, en el 2013, la marca Holalola, de “regalos para viajeros”.
Su diseño estrella son las ilustraciones alusivas a cada una de las siete provincias.
“Detectamos que había un gran vacío en el mercado de las artesanías sobre el aspecto más vivencial del ser costarricense. Todo estaba enfocado al turismo ecológico y en clichés. Nuestras ilustraciones son como un viaje nostálgico a las historias y paisajes que caracterizan a nuestro pueblo”, declaró Aguirre.
Las ilustraciones con un diseño limpio y un tono lúdico llenan afiches, tazas, bolsos, delantales, pines y papelería, entre otros.
La diseñadora Yara Mourelo aclaró que esta oleada de diseñadores ticos destaca por su innovación. “Un aspecto innovador es cómo presentar elementos comunes en los souvenirs, pero desde otro enfoque o interpretación”.
Un ejemplo de ello es la colección de animales silvestres de Costa Rica, de la marca Nomellamo, creada por la diseñadora de modas, Lina Rodríguez.
“Lo que pasa con muchos souvenirs es que son como genéricos, en todo lado se ve lo mismo y aparecen productos hasta hechos en China”, agregó.
Rodríguez explicó que ella aprovechó el tema de la fauna pues es uno de los principales atractivos del país, pero el enfoque es diferente.
En sus peluches fabricados con retazos de fleece , felpa y paño reaparecen dantas, osos hormigueros, tiburones martillo, bocaracás, cocodrilos, pizotes, tucanes y tortugas baula.
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