Los datos del comercio internacional han variado recientemente, a raíz del cambio en el cálculo del valor de exportaciones de las zonas francas.
Sin embargo, esta variación no afecta los beneficios que el sector trae, sobre todo en la creación de empleo, y la compra de los servicios locales, que representan un ingreso anual de varios cientos de millones de dólares.
«El cambio es una modernización que se realiza de acuerdo con los parámetros internacionales, la anterior metodología databa de hace 23 años, por lo que esta nueva nos da una referencia para la medición de los precios de transferencia que realizan las compañías multinacionales», dijo Alexander Mora, ministro de Comercio Exterior, en una entrevista ayer con La República.
En cuanto al empleo, se trata de un sector que ha generado 80 mil trabajos directos, entre estos, varios puestos de alto nivel técnico, así como 42 mil indirectos; incluso hubo un incremento en la fuerza laboral del 8% en el periodo 2010-2014, comparado con tan solo el 2% en la economía, de acuerdo con el INEC.
“Es un régimen que genera muchos beneficios, sobre todo en cuanto a creación de empleos de calidad,” dijo Ronald Jiménez, presidente de la Uccaep.
No es posible precisar el valor de los beneficios del sector, dado que la contratación de personal en varios casos tiene que ver con la gente que ya trabajaba en otro lugar.
No obstante, la razón de trasladarse a una operación de zona franca se debe al hecho de que la compensación es mayor, lo cual es beneficioso para la persona, así como para la economía
El ingreso adicional anual sería de unos $350 millones solo en los empleos directos, si fuera el caso de un promedio de $5 mil por puesto.
El promedio de los salarios de las zonas francas sería hasta un 80% mayor que el del resto de la economía, según Procomer, ya que los puestos tienden a requerir personas que hablan múltiples idiomas, entre otras destrezas.
Además, se crea un serie de ascensos, ya que la empresa a la que renunció la persona, se ve obligada a reemplazarla.
En lo que a los beneficios indirectos se refiere, las zonas francas consumen una amplia gama de productos y servicios locales, desde agua y comida hasta seguridad, electricidad y servicios telecom —así como el alquiler del propio terreno.
El régimen, que actualmente está conformado por 377 empresas, inició en 1990.
El cambio en la metodología del cálculo de las exportaciones ahora toma en cuenta únicamente el valor agregado local.
Anteriormente, se registraba el valor total del producto importado, incluido el costo de los insumos importados.
Con el cambio, el valor nominal de las importaciones queda afectado, al igual que el de las exportaciones.
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