San José, 13 Nov (ElPaís.cr).- El Gobierno de Costa Rica destacó que esta nación centroamericana está ganando la batalla contra el empleo informal, y se convierte en el líder en esta materia en América Latina, tanto por la reducción que está logrando como por los niveles del empleo informal, los más bajos en el área.
Añadió que las autoridades del Ministerio de Trabajo van por más, al impulsar un acuerdo tripartito para elaborar una estrategia que permita un avance aún mayor.
Según los datos de la Encuesta Continua de Empleo (ECE) del Instituto Nacionalo de Estadística y Censos ( INEC), el empleo informal llegó a representar un 45,7% de la fuerza laboral en el III trimestre del 2015, con 942 mil personas en esa condición. El porcentaje bajó a 42,7% en la medición del III trimestre del 2016, con 842 mil personas en esa condición.
Y en este período, el desempleo pasó de una tasa de 9,5 a 9,7, por lo que no fue resultado de una pérdida masiva de puestos de trabajo.
En las últimas mediciones, resalta que se logró pasar de niveles del 45% al 41%, lo que ha permitido pasar de casi el millón de trabajadores informales, a niveles de 800 mil. Con esto se rompió la tendencia al aumento paulatino que INEC había advertido en el estudio “El empleo informal en Costa Rica”, publicado en noviembre del 2015.
En la Organización Internacional del Trabajo (OIT), coinciden con que se ha revertido la tendencia de aumento, para dar paso a una reducción. “Según la información oficial generada por el INEC, a finales del 2011 el empleo informal en Costa Rica registró un importante crecimiento. En el tercer trimestre del 2015 la tasa de informalidad alcanzó su valor más alto desde que se mide con la ECE, con 45,7%. A partir de este trimestre, este indicador ha venido en descenso”, indicó Gerson Martínez, especialista de la OIT en Empleo.
Liderazgo en la región
Los buenos resultados complementan un buen desempeño a nivel de América Latina. Según los datos de la Organización Internacional de Trabajo (OIT), citados por CEPAL, Costa Rica registró la mayor reducción del desempleo informal, del 2009 al 2013.
Además, los niveles de empleo informal (tomando en cuenta el ámbito urbano no agrícola, para efectos de poder comparar los datos de los diferentes países), eran menores en Costa Rica que en los otros países. De hecho, Costa Rica superó en casi diez puntos porcentuales el promedio de América Latina en este período, como se evidencia en la siguiente tabla:
País | 2009 | 2013 | Diferencia (p.p.) | |
Costa Rica | 43,5 | 30,7 | 12,8 | |
Ecuador | 60,6 | 49,3 | 11,3 | |
Paraguay | 69,9 | 63,8 | 6,1 | |
Uruguay | 38,7 | 33,1 | 5,6 | |
Brasil | 41,6 | 36,4 | 5,2 | |
Perú | 69,7 | 64,8 | 4,9 | |
Panamá | 43,8 | 40,4 | 3,4 | |
Colombia | 57,2 | 54,4 | 2,8 | |
Argentina | 49,2 | 46,7 | 2,5 | |
Guatemala | 75,1 | 73,6 | 1,5 | |
El Salvador | 66,2 | 65,6 | 0,9 | |
Honduras | 73,2 | 72,8 | 0,4 | |
México | 53,6 | 53,7 | -0,1 | |
República Dominicana | 48,3 | 51,2 | -2,9 | |
América Latina | 50,1 | 46,8 | 3,3 |
Acuerdo nacional contra informalidad
Además de estos buenos datos, las autoridades del Ministerio de Trabajo impulsan esfuerzos para ir más allá. En esa dirección, el 3 de octubre se firmó un acuerdo tripartito entre Gobierno, empleadores y trabajadores para acabar con la informalidad en el trabajo.
Representantes de esos sectores acordaron definir un plazo de seis meses para elaborar una estrategia y un plan de acción conjunta. El ministro de Trabajo y Seguridad Social Carlos Alvarado destacó sobre la necesidad de enfrentar esta situación. “Trabajar en la informalidad afecta a los trabajadores en su calidad de vida y su seguridad social, y a los empleadores formales, porque la informalidad es competencia desleal, y es un reto para las instituciones. De ahí que asumir esta iniciativa tripartita con apoyo de la OIT es un esfuerzo de toda Costa Rica”.
La iniciativa buscará recomendaciones para las actividades económicas que, en la legislación o en la práctica, no están cubiertas lo suficiente por sistemas formales, o están excluídas de ellos. Se incluirá la creación y preservación de empresas formales y empleos decentes, la coherencia de las políticas económicas, de empleo y de protección social, así como acciones para prevenir la informalidad en el ámbito laboral.
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