País concentra sus esfuerzos en tareas de investigación y desarrollo
En el 2015, esta industria fue la que más exportó: cerca de $2.200 millones
Un catéter capaz de llegar al corazón y realizar un ultrasonido para revelar el tamaño de posibles bloqueos; implantes mamarios con chip incorporado, que permiten la identificación precisa desde fuera del cuerpo; dispositivos para tratar aneurismas o para efectuar biopsias mamarias…
Esos son algunos de los aparatos médicos que hoy se desarrollan en Costa Rica.
En 15 años, el país consiguió pasar de diseñar dispositivos clase I (que son descartables, como los catéteres), a los de clase III, que se colocan dentro del cuerpo de los seres humanos.
Jorge Perera, vicepresidente de operaciones y gerente general de Boston Scientific, explicó que 12 años atrás, cuando la empresa se instaló en suelo costarricense, el objetivo era establecer y afianzar las operaciones de manufactura.
Sin embargo, una vez superada esa etapa, la compañía se ha enfocado en la investigación y desarrollo, “desde lo muy relacionado con el producto que ahora se está manufacturando –constantemente se les están haciendo mejoras a productos existentes–, hasta la invención de nuevos productos”, manifestó Perera.
Según el especialista, entre los más sofisticados destacan los catéteres de visualización intravascular.
Estos aparatos se introducen por una arteria femoral hasta llegar al corazón. En caso de que exista un bloqueo, generarán una imagen de ultrasonido de la arteria, desde adentro hacia afuera. De esta forma se puede diagnosticar de qué tamaño y espesor es el bloqueo, para posteriormente colocar un stent (especie de tubo que se coloca en arterias o vasos sanguíneos).
De acuerdo con Perera, otra de las áreas que se ha comenzado a trabajar es la ingeniería de los materiales, un importante rubro, pues la mitad del costo de los dispositivos que se hacen tienen que ver con el material.
Asimismo, el representante de Boston Scientific destacó que actualmente, en esa compañía, quienes se concentran en las labores de investigación son ingenieros graduados de universidades de Costa Rica.
Ecosistema. En el país están instaladas cinco de las 10 principales compañías cardiovasculares del mundo, y seis de las 20 firmas de dispositivos médicos más reconocidas del planeta.
El sector es tan amplio que abarca el desarrollo de productos para industrias como la dental, los sistemas de administración de fármacos, el cuidado de la salud femenina, la industria óptica y la estética, entre otras.
Un ejemplo de esta última es la compañía Establishment Labs, responsable de los implantes mamarios Motiva.
Según Roberto De Mezerville, presidente de investigación y desarrollo de la compañía, se acercaron a una industria ya establecida, y analizaron los pros y los contras de los productos existentes en el mercado.
“Esa es una ventaja para empresas emergentes, porque se logra identificar las oportunidades para crear mejores productos”, comentó De Mezerville.
El experto de Establishment Labs afirmó que la trazabilidad es una de las más recientes novedades que han incorporado a sus implantes.
“Nos juntamos con una compañía especialista en radiofrecuencias pasivas. Implantamos un chip para lograr trazabilidad en cualquier parte del proceso: producción o distribución. Cuando ya están implantados, podemos darle seguimiento a ese producto y cerrar así el círculo de trazabilidad perfecta”, detalló.
Asimismo, contó que en la actualidad trabajan en la creación de biosensores, los cuales podrían ayudar en el futuro a identificar posibles problemas clínicos de una paciente.
Otras muestras de los dispositivos innovadores que se desarrollan en Costa Rica son los confeccionados por Hologic y Microvention Terumo.
La primera compañía es la responsable de un artefacto capaz de obtener tejido mamario para su revisión, con eliminación parcial o total de las anomalías detectadas mediante imágenes.
Por su parte, Microvention Terumo manufactura, en la zona franca de El Coyol, un dispositivo llamado LVIS, utilizado para el tratamiento de aneurismas, que son dilataciones que se producen en las arterias o venas.
El ecosistema se ha vuelto tan atractivo que empresas del sector siguen anunciando su llegada al país para el 2017. Entre ellas figura Edwards, una compañía basada en Irvine, California, Estados Unidos, dedicada a innovaciones para enfermedades cardiacas estructurales.
Stanton Rowe, director científico de Edwards, aseguró a La Nación que necesitarán personal altamente capacitado en administración. “Nuestras válvulas requieren una buena administración”, dijo. Además, requerirán de ingenieros, quienes serán importantes para el proceso de manufactura, así como personas con habilidades para el trabajo manual. “Gente muy precisa y con muy buenas habilidades para la comunicación”, afirmó.
Beneficio. La exportación de este tipo de dispositivos generó cerca de de $2.200 millones en el 2015, con lo que se convirtió en el principal producto de exportación del país en ese año.
Para el 2016, la proyección es de $ 2.500. Según Sandro Zolezzi, director de Investigación de la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde), han calculado que tres de cada cinco dólares exportados son de valor agregado costarricense.
El sector está conformado por 68 empresas y da empleo a 20.000 personas. “Es muy dinámico, crece muy rápido; es empleo inclusivo, porque de las personas que trabajan en las plantas, más de la mitad son mujeres con baja escolaridad”, contó Jorge Sequeira, director general de Cinde.
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