Partimos de una gran ventaja: en la mayoría de esas variables tenemos buen terreno recorrido, fortalezas claras y logros sólidos. Sin embargo, aunque el gobierno ha hecho una buena tarea con lo que hay, sus temores, confusión y lastres doctrinarios han evitado ir más lejos para resistir las posibles corrientes negativas y acelerar las positivas.
A nuestro favor trabajan 14 tratados bilaterales y regionales de libre comercio activos, y uno próximo a firmarse, de Centroamérica con Corea del Sur. Tras la baja del 2015, las exportaciones subieron 7,7% en el 2016; el turismo 10% y otros servicios mostraron gran dinamismo. La inversión extranjera directa (IED) se redujo en el mundo, pero aquí ha seguido aumentando. Ninguna categoría de productos representa más del 9% de nuestras ventas externas. Sin embargo, alrededor del 40% de ellas van a Estados Unidos, de donde viene un porcentaje similar de turistas y más de la mitad de la IED: una concentración riesgosa.
Desde estas fortalezas debemos dar un salto para neutralizar las debilidades y ampliar y diversificar aún más nuestros vínculos comerciales y financieros. En el mundo de hoy difícilmente podremos lograrlo sin una participación activa en nuevos bloques.
Tenemos cerca uno dinámico y afín, que además nos abrió las puertas hace tres años: la Alianza del Pacífico , compuesta por México, Colombia, Perú y Chile. Pero hemos rehusado pasar del umbral. La trascendencia de la AP no es solo el mercado combinado de cuatro países con los que ya tenemos tratados comerciales; es también su voluntad de generar mayor coordinación estratégica y, sobre todo, usarla como plataforma hacia la región Asia-Pacífico, donde será casi imposible ampliar nuestra huella actuando en solitario.
Ante los nuevos riesgos y retos comerciales, el gobierno baraja ideas interesantes, pero tímidas. Es hora de pensar más en grande y dar el paso que tanto ha postergado.
(*) Eduardo Ulibarri es periodista, profesor universitario y diplomático. Consultor en análisis sociopolítico y estrategias de comunicación. Exembajador de Costa Rica ante las Naciones Unidas (2010-2014).
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