Tegra Medical realizará una inversión inicial de $1 millón para ampliar sus operaciones en Costa Rica el próximo año.
Construirá un nuevo edificio de 1.300 metros cuadrados para el que contratará al menos 40 personas más, que se sumarán a los 140 colaboradores de su planilla actual.
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La suplidora multinacional –que trabaja por contrato para fabricantes de equipamiento original (OEM’s) del sector– se instaló en el país en el 2010, en Global Park, en La Aurora de Heredia. Tenía 20 trabajadores.
Ahora, un 50% de su producción total la vende a compañías de Ciencias de la Vida con operaciones en suelo nacional, informó el gerente general, Sean Mikus.
VWR, firma que se instaló hace tres años en el país, también ha mantenido un crecimiento sostenido de dos dígitos anualmente, y ahora un 95% de su cartera de clientes son OEM’s.
Esta proveedora especializada en servicios para cuartos limpios –de 30 empleados– está realizando una inversión significativa en tecnología para dar valor agregado a sus clientes respecto al manejo de inventario y tiene previsto seguir creciendo en capacidad y personal, comentó su gerente general, Irving Soto.
Estas dos empresas forman parte de las 39 suplidoras multinacionales que operan en Costa Rica.
Y, pese a que se trata de un mercado al que no es fácil ingresar, actualmente hay 206 firmas entre extranjeras y locales que suplen a este subsector, según la Coaliación de Iniciativas de Desarrollo (Cinde).
Operaciones e Ingeniería de Avanzada de Centroamerica (OPIA) y Microbiological Compliance Laboratories (MCL) son dos de los emprendimientos costarricenses que han logrado posicionarse en este mercado.
Se trata de un sector de altos estándares de calidad, muy regulado y en donde la exactitud y la precisión son claves para no desertar. .
“El talento es fundamental; los suplidores deben ser capaz de mirar la cadena de suministros de hoy y la del futuro. Deben estar preparados para entender qué es lo que hacemos, nuestras necesidades y contribuir a cubrirlas e ir de la mano con la innovación”, comentó Todd McCaslin, director global de abastecimiento de Boston Scientific.
Opia –que existe desde el 2007– ha logrado mantener en promedio un 15% de aumento de sus ingresos por año, y un 95% de sus ventas a este sector son a firmas ubicadas en el país, indicó su gerente general, Luis Chinchilla.
Además, está invirtiendo en la diversificación de su portafolio de servicios. En el último año destinó $60.000 para la ampliación de oficinas, la adquisición de equipos como contadores de partículas en aire, los fotómetros digitales, el equipo de monitoreo de partículas de autocontenido para estudios avanzados y aumentó la planilla.
Por su parte, la empresa tica MCL fue fundada en 2012 cuando un grupo de especialistas en el área de microbiología para dispositivos médicos detectaron la necesidad de servicios de ensayo y consultoría enfocados en este sector.
Valiosa cadena
Tanto las suplidoras internacionales como las empresas nacionales que logran ingresar a la venta directa de este mercado, generan otros encadenamientos en el país.
La Promotora de Comercio Exterior (Procomer) registra que, en los últimos 15 años, las firmas suplidoras de diversas categorías han encadenado más de $41,4 millones con el sector de dispositivos médicos.
Las compañías de empaque, embalaje y etiqueta son las que destacan, alcanzando más $12 millones; las de equipo industrial es la segunda más significativa, con más de $3,7 millones, seguido de infraestructura, con $3,5 millones.
Un buen suplidor
Enfoque. Los fabricantes de equipamiento original (OEM) buscan suplidores que se enfoquen en el futuro y conozcan hacia dónde van las tecnologías para optimizar la cadena de abastecimiento.
Excelente relación. La comunicación, la transparencia y honestidad son fundamentales para las empresas de dispositivos médicos, con el fin de crear apertura y confianza en la relación con sus proveedores.
Fortalezas. Los suplidores deben conocer y cumplir con todos los estándares estrictos de calidad, normas y regulaciones, que no solo exigen las manufactureras, sino las entidades internacionales.
Cero tolerancia. Es inaceptable para las empresas de dispositivos médicos que algún suplidor falsifique cualquier tipo de norma, materia, productos u otro componente requerido por el fabricante.
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